Cada vez hay más niños y niñas derivados a Neuropsicología por diferentes dificultades en su desarrollo, y eso me parece muy positivo porque sé que es una herramienta estupenda que puede ayudarles mucho. Pero también me encuentro muchas familias que no saben lo que hacemos los neuropsicólogos, por ello os lo quiero contar un poco hoy.
¿Qué es la neuropsicología y cómo puede ayudar a nuestros pequeños?
La neuropsicología infantil o del desarrollo es una disciplina que estudia la relación entre el desarrollo del Sistema Nervioso y el desarrollo de las funciones mentales y la conducta, que incluye los procesos cognitivos, afectivos, sociales y comportamiento.
Estudia las posibles consecuencias psicológicas derivadas de un desarrollo anómalo o atípico del Sistema Nervioso, bien sea debido a un trastorno genético, ambiental, mixto o por una lesión adquirida como un traumatismo.
La neuropsicología del desarrollo también puede ayudar a conocer el perfil cognitivo, los puntos fuertes y débiles del niño o adolescente. Esto es importante para poder trabajar los aspectos menos desarrollados y potenciar los que mejor desarrollo tengan.
El neuropsicólogo infantil es la persona que tiene formación especializada en psicología y en neuropsicología clínica, que evalúa
procesos psicológicos en relación con el funcionamiento cerebral. El profesional evalúa, diseña y ejecuta la intervención necesaria e individualizada para el caso concreto. Así nuestros niños pueden ser apoyados de una forma mucho más integral en aquellas áreas que lo necesiten y desarrollar aún más sus potenciales con una base más alta.
¿Cuándo podemos ayudar los neuropsicólogos?
Podemos ayudar y apoyar en diferentes áreas y momentos que pueden afectar al desarrollo en la infancia para prevenir que se produzcan dificultades mayores o más adelante que se puedan arrastrar incluso hasta la vida adulta.
Estos son solo algunos ejemplos de áreas de actuación:
Afectaciones pre o perinatales.
Nacimiento prematuro.
Epilepsia.
Trastornos psicomotores.
Trastornos cognitivos (memoria, pensamiento, regulación comportamental, lenguaje, atención, percepción, habilidades visoespaciales, etc.).
Trastornos del Espectro Autista.
Dificultades y trastornos del aprendizaje.
Trastornos de ansiedad y emocionales, regresión del comportamiento a una etapa anterior del desarrollo.
Trastorno por déficit de atención (con o sin hiperactividad).
Parálisis cerebral.
Traumatismos craneoencefálicos.
Neoplasias cerebrales (tumores cerebrales).
Accidentes cerebrovasculares.
Me encanta lo que hago, poder ayudar de este modo a los niños y familias. Y por eso os invito a consultarnos cualquier duda sobre mi área de trabajo u otras. Porque el apoyo integral al desarrollo de nuestros niños es fundamental, y porque ellos son el mañana.