Los deberes son una parte inevitable de la vida diaria, la mayoría de los niños llevan tarea para casa desde sus primeros años en la escuela, la mayoría tienen en algún momento problemas con esta actividad. En el caso de niños con problemas de aprendizaje y/o atención, pueden aparecer factores adicionales que dificulten la tarea, haciéndola muy costosa y complicada.
A continuación os dejamos una serie de consejos orientados a comprender estos factores y abordar las dificultades que generan:
Establece con el niño un lugar específico de estudio; silencioso, tranquilo, organizado, sin estímulos distractores. Evita que haya personas realizando otras actividades. Es preferible que la mesa de estudio esté contra la pared y evitar que haya cosas en la mesa que no sean necesarias para la realización de la tarea.
Antes de comenzar la sesión de trabajo tenemos que llevar a la habitación de estudio todo lo que nos hará falta y preparar cualquier cosa que vayamos a necesitar durante el tiempo de trabajo para no tener que levantarnos ni salir de la habitación durante ese tiempo.
Crea un horario de tareas escolares: Establecer un horario de estudio y que el niño realice los deberes a unas horas determinadas le ayuda a adquirir una rutina. Para ello, identifica la hora del día en que tu hijo se concentra mejor y en la que los papás tengáis buena disponibilidad para ayudarle. Es recomendable darle 20 ó 30 minutos tras llegar del cole para que se relaje, desconecte, juegue o descanse un poquito, y evitar hacer los deberes a última hora del día para evitar fatiga y además, además, así el niño tendrá tiempo libre después de hacer los deberes.
También es importante planificar tiempos de descanso entre la tarea, reducen la fatiga y favorecen la atención y concentración del niño.
Se debe comenzar por las tareas más difíciles ya que irá disminuyendo su capacidad de concentración con el tiempo.
Enseña al niño a administrar el tiempo y mantenerse organizado: Puedes facilitarle una agenda para los deberes. Debe incluir en ella información detallada de las tareas que debe realizar, los recursos necesarios y la fecha en la que tiene que entregarlas.
Anima a tu hijo a usar listas de verificación. Todo lo que tu hijo necesita es una pequeña libreta de papel en la que enumerar las tareas del día. A medida que se completa cada una, el niño puede tacharlo de la lista. ¡Es muy gratificante!
Elegid y usad un temporizador de tarea. Un temporizador puede ayudar al niño a organizar la tarea dándole una mayor conciencia del tiempo. Hay muchos tipos de temporizadores; si tu hijo se distrae con los sonidos, un temporizador de cocina puede no ser la opción ideal, prueba con uno que vibre o con un temporizador digital.
Ayuda a tu hijo a asimilar la información: Algunos niños aunque estudian durante horas tienen problemas para retener información, dando la equivocada sensación de que no han hecho su tarea. Asegúrate de que tu hijo esté estudiando con un formato adecuado a sus necesidades. Por ejemplo, los niños con problemas de lenguaje pueden tener dificultades para procesar y comprender información verbal o escrita. Pueden tener más facilidad para recordar información visual, como esquemas o gráficos.
Fomenta su independencia: En ocasiones, tu hijo tendrá que hacer los deberes sin tu ayuda. Esto no implica que sea positivo dejarlo de lado durante la totalidad del proceso, se necesita apoyo y disponibilidad en los momentos de dudas, así como nuestro refuerzo positivo y valoración del esfuerzo realizado por el niño.
Podéis consultarnos más información:
Referencias:
Paloma Caballero, Terapeuta Ocupacional